El pasado 10 de abril Álex vivió su primer gran día especial: Su Bautizo. Desde que nació, siempre supe que quería bautizarle. Soy católica, y aunque no soy practicante, sí quise cumplir con este sacramento y que sea él, ya de mayor, quien decida si desea continuar con la religión.
Una vez decidido si quieres o no quieres organizar el bautizo, el resto son decisiones más sencillas. De vosotros depende si queréis organizar una gran fiesta o bien algo más sencillo. En nuestro caso, nos decantamos por esta segunda opción: solo invitamos a los abuelos, tíos y padrinos.
Aunque el evento fue una sencilla reunión familiar, quisimos que el día fuera especial para nuestros invitados y para nuestro pequeño. Para ello, organizamos la jornada con mucho cariño e ideando pequeños detalles con los que sorprender, sin provocar para ello un agujero en nuestro bolsillo.
Tras la ceremonia religiosa en la iglesia del barrio, nos fuimos a comer a un restaurante cercano a nuestro domicilio, especializado en asados y arroz con bogavante: El asador de Enrique. Muy recomendable, por cierto.
Tras comer más de lo que nuestros estómagos nos permitían, no pudimos decir no a la maravillosa tarta que mi amiga Vero, de Bulalaica, nos hizo. Una preciosa tarta de dulce de leche, decorada con fondant en blanco y azul. ¡Deliciosa!
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