Cuando te dicen el sexo del bebé una de las primeras cosas que haces es acercarte a la tienda de ropa infantil más cercana y comprar ropa. O al menos eso me pasó a mí.
En mi caso, no tenía muy claro el estilo con el que quería vestir a mi niño. No sabía si vestirle como un príncipe del siglo XIX con puntillas y lazos o bien hacer de él un malote callejero del siglo XXI. Dada mi inexperiencia en la moda infantil, decidí coger el camino más sensato: dejarme llevar por lo que veía en los establecimientos especializados.
Sin embargo, cuando entro en uno de estos me doy cuenta que las secciones destinadas a ropa de niños son bastante más reducidas y poco variadas que las destinadas a niñas. Entiendo que las pequeñas dan mucho juego, que si falditas, pantalones, vestiditos, complementos...etc. Pero también es cierto que veo muy poca originalidad en los modelos de los niños.
Empezando por el color. Existen más colores que el azul y el blanco. Hay una amplia gama de colores unisex que bien podrían ser utilizados en las prendas de nuestros hijos: verde, rojo, amarillo, turquesa, naranja, marrón...etc.
En cuanto al diseño, tampoco encuentro gran originalidad. Lógicamente, unos pantalones son como son, pero creo que se puede jugar con el diseño, los tejidos y el estilo en general para dar lugar a modelos divertidos y alegres, creo yo.
En definitiva, este post que sirva para reclamar el derecho de nuestros pequeños a tener un armario variado, colorido, alegre y divertido. ¿No creéis?
Las marcas que me están ayudando a conseguirlo son, entre otras, Tuc tuc, Mayoral, HyM y Prenatal, pero estoy segura de que habrá muchas más, asi que seguiré investigando. Os mantendré informadas...
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