Una de las muchas dudas que me acompañan desde que Álex nació es si es bueno cogerle cuando llora sin ningún motivo aparente. Reconozco que durante este mes y medio cada vez que el niño ha llorado he ido rauda y veloz a rescatarle Dios sabe de qué.
No sé si porque aun es muy chiquitito y no se distrae con nada o es que me ha tocado el niño más llorón del mundo, lo cierto es que no puedo dejarle solo ni un solo minuto. En cuanto le dejo en la minicuna o en la hamaca empieza a llorar como si no hubiese un mañana. Sin embargo, en cuanto le cojo en brazos, todo aquello que le atormentaba se disipa a la velocidad de la luz. Esto hace bastante complicado que pueda hacer la comida, limpiar y hasta ducharme.
La gente me dice que no le acostumbre a los brazos, incluido mi marido. Creo que tienen razón, Álex debe saber cuando puede estar con mamá y papá y cuando no. Además, que no es lo mismo coger un niño de 4,5kg que de 8 kg. Sin embargo a mí se me parte el alma verle llorar de esa manera, por no decir lo molesto que es oírle gritar. Supongo que en unas semanas comenzará a entretenerse con juguetes y nos dará un respiro.
¿Vosotras qué pensáis? ¿cuál es vuestra experiencia?
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